Nuestra propuesta en aquella época, total soñar no cuesta nada…
Como les había contado en una de las primeras entregas, al Proyecto lo
habíamos presentado al Municipio en 1992 y recién fue aprobado en 1995. Y
durante esos 3 años, qué hacíamos? Seguíamos con nuestros trabajos
habituales, y también nos leímos todo lo que existía de la historia de Quilmes,
íbamos a la Biblioteca Sarmiento, al Archivo General de la Nación, al Archivo
Histórico Provincial, biblioteca de nuestra Facultad, etc. Pero, en algunos días
de sol y de no mucho frio, salíamos a recorrer el Casco Histórico (cuaderno y
máquina de fotos en mano) con la idea de anotar probables lugares de
excavación y sacar fotos de las calles y de algunas casas llamativas por su
aparente antigüedad… Una de ellas, de tipo rancho, ubicada en las calles
Olavarría y Belgrano, existía en 1993, hoy ya no está…
Recuerden que, la semana pasada les había contado que hasta el año 1885, la
casi totalidad de la edificación del pueblo estaba comprendida entre las calles
Brandzen, Alberdi, Centenario (hoy Irigoyen) y la parte alta de la barranca. No
obstante existían importantes edificaciones en las afueras, llamada La Colonia,
como “El Dorado”, entre muchas otras.
Y nuestras cabezas no paraban de pensar y de soñar…
Surgió entonces, como algo a realizar en un futuro no muy lejano y como una
extensión de nuestro trabajo, la necesidad de construir un archivo que permita
inventariar el conjunto de construcciones que componen el casco histórico.
Para esto necesitábamos un equipo interdisciplinario integrado por arqueólogos
pero también por historiadores, arquitectos, restauradores, fotógrafos,
abogados, etc. No había presupuesto…
El trabajo propuesto, podía entenderse según 2 etapas:
Una referida específicamente a la investigación.
Otra referida al establecimiento de un archivo.
De ahí, que una solución organizada estaba dada por la aplicación del análisis
descriptivo documental que implicaba:
1- Trabajos de campo: que permitían inventariar una muestra de las casas
según diferentes tipos de registros (fotografías, diseños, planos, mapas, textos,
etc.,) en forma de catálogos temáticos.
2- La construcción de un código analítico: en el que se explicarían el conjunto
de reglas, vocabulario y tipo de razonamiento adoptado para la descripción de
cada una de las construcciones.
3- El compromiso del Municipio, en cuanto al presupuesto y a la toma de
decisiones, era fundamental.
Y cómo lo haríamos?
La metodología a utilizar se puede resumir en los cuatro pasos siguientes:
1-Identificación
Como primer punto, es necesaria la identificación del objeto cultural
(construcción antigua), esto comprende una investigación histórica:
Recopilación de datos y fuentes documentales:
*planos, fotografías, diarios, archivos públicos y privados, otras publicaciones
realizadas (historiadores)
-Relevamiento físico de la unidad de referencia:
*plantas, cortes, fachadas (arquitectos y fotógrafos)
-Relevamiento arqueológico
Investigación in situ de las posibles transformaciones, investigación de lo
existente, análisis e interpretación de la cultura material mediante grupos
funcionales (arqueólogos)
-Relevamiento de deterioros y/o degrados (conservadores y restauradores)
-Análisis y/o informe crítico de la investigación histórica y de la
recopilación de datos de los distintos relevamientos
2-Catalogación
-Inventario y fichaje de la construcción
-Inventario y fichaje de los distintos deterioros y/o degrados
3-Protección legal y vigilancia
Luego de la identificación y posterior catalogación, se tendrán distintos datos y
argumentos para proceder a una Declaratoria de Interés Histórico Municipal.
(Abogados)
4-Restauración
Implica: liberación, consolidación, reintegración e integración. (Restauradores)
Dada la complejidad del tema, el tiempo necesario para realizarlo, y la cantidad
de personal indispensable, se consideraba como punto de partida importante
para elaborar un banco de datos el tener en cuenta:
-que se trataba de un conjunto: el casco histórico.
-que este podía ser descompuesto en partes: las casas que lo componen.
Luego se construyeron “hojas experimentales” en las que dábamos las
indicaciones necesarias para la identificación de cada “unidad de referencia”.
No se las muestro porque sería un plomo absoluto, si alguno la quiere leer, me
avisa.
A partir de todo lo anterior iba a ser posible tener un registro exhaustivo de
todas las construcciones del casco histórico de Quilmes, para, en un segundo
paso declararlos Patrimonio Histórico del Municipio de Quilmes, para que
puedan ser preservados, restaurados y excavados arqueológicamente para
reconstruir su historia material y cultural.
La Municipalidad debería arbitrar los medios para que los propietarios de
dichas construcciones compartieran esta necesidad de preservación.
El municipio de Quilmes se convertiría, de este modo, en uno de los pioneros
de la conservación de su historia cultural dentro de la Provincia de Buenos
Aires. Y esto podría contribuir para fomentar el Turismo de una ciudad con
historia, arqueología y patrimonio.
Y no hablo de una ciudad sin cambios, NO, se convertiría en un Museo, hablo
de una ciudad con algunas casas, de distintos siglos, preservadas, cuidadas,
mostradas… Con pequeñitos Museos de Sitio en aquellas casas
excavadas…Para soñar, se sueña lindo.
Y pienso, y me pregunto: cuando (los que pueden, yo no) viajan a Europa,
Méjico o Perú, que van a ver?? Piensen…
