Trabajando

Seguimos buscando

Se acuerdan del billete de 2 pesos? El que en uno de sus lados tenía una casa? Bueno, allí también excavamos, era la casa de Bartolomé Mitre.

La Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, inició en

diciembre de 1998 obras de reparación en el Museo Mitre.

De acuerdo con la Asociación Amigos del Museo Mitre, quien financió los

trabajos arqueológicos (viáticos y viandas), fuimos convocados y se decidió

realizar el rescate y excavación, una vez levantados los pisos actuales, en lo

que fue el Escritorio de Bartolomé Mitre, hoy Sala 21 del Museo.

La acción de rescate se llevó a cabo entre los días 8 al 12 de febrero de 1999.

Se realizaron 9 pozos de sondeo y se decide abrir 3 transectas de 4 metros.

La arqueología de rescate surgió en las últimas décadas, en los países

desarrollados, como una respuesta frente a la permanente amenaza de

destrucción del patrimonio arqueológico por la realización de obras de distinta

escala, y consiste en la recuperación de los materiales arqueológicos

amenazados, antes de la iniciación de dichas obras. Y hay que trabajar rápido.

Un poco de historia del predio y del edificio

En el repartimiento de solares realizado por Juan de Garay al fundar la ciudad

de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, la

manzana que ocupaba el solar donde hoy se halla el Museo Mitre, fue como las

de la mayoría de la planta urbana, dividida en cuartos de manzana o fracciones

de unos 58 m. de frente cada una y se adjudicó a cuatro pobladores. Según

ese plano, le fue adjudicado también a Francisco Pantaleón, para huerta, la

manzana 211, ya que en el repartimiento de indios, efectuado en 1583, le

correspondió el Cacique Araqui, de nación chaná, con todos los indios sujetos

a su autoridad. Historia que suena conocida , no?

Del análisis de las escrituras posteriores surge que la casa fue edificada en los

alrededores del año 1785, por Doña Margarita Echeverría de Paz, a cuyo

fallecimiento pasó a manos de su hijo Don Domingo, abogado de las Reales

Audiencias de La Plata y Buenos Aires.

Y ahora, nos referiremos al contenido de un curioso expediente conservado en

el Archivo de los Tribunales, el que a la par de darnos detalles sobre la

enfermedad y muerte del Dr. Paz y Echeverría y hacernos conocer algo más

sobre la casa histórica, nos resultó de sumo interés para el conocimiento de los

orígenes de la profilaxis de ciertas enfermedades infecciosas en el Buenos

Aires colonial.

El 11 de abril de 1797, el Dr. Miguel Gorman, Presidente del Tribunal de

Protomedicato informaba, “que le constaba haber fallecido en esos días el Dr.

Don Domingo Paz y Echeverría, en su propia casa que le tenia en el barrio de

la Merced de calentura maligna, cuya enfermedad logra en la medicina el

segundo lugar después de la lepra, entre las mas contagiosas.”

En este expediente se ordenaba pasar a la casa mortuoria y previa

manifestación jurada de los que corriesen con los muebles, ropas y utensilios

usados por el finado desde el principio de la enfermedad, se procedería a

quemarlos, y a aquellos que no pudiesen ser devorados por el fuego, se les

quebrarían, sepultando sus fragmentos en la tierra. Debía también

desenladrillarse y picar las paredes de las paredes de la habitación, reponiendo

las “beldosas” previos sahumerios con pólvora, azufre y yerbas aromáticas.

Para que les cuento esto? Porque encontramos los pedazos de los revoques!!!

Y de otros materiales quemados y rotos!!

En cuanto a la operación ordenada para desinfectar la cámara mortuoria, era

también muy curiosa. He aquí las prevenciones o receta aconsejada entonces:

“Picadas las paredes y pisos en dcha. Pieza se hecharan los escombros en

paraje desviado del transito de las gentes, o sepultarlos hechando en esta la

tercera parte de las yerbas medicinales, como igualmente las flores ya. Los

ladrillos enteros, y medios pueden servir pa. Cercos o paredes expuestas al

aire. Hecho esto se tomaran quatro onzas de azufre en polvo; dos idem de

pólvora molida, y algo mojada, una dcha. De incienso y otra de almasiga que

se mezclaran, y dividirán en tres partes iguales: Item en salvia, romero, ruda,

de cada cosa de esta oreada o seca, se harán tres partes iguales, como

tambien de alucema, y flor manzanilla Se colocara en la dcha. vivienda un

brasero grande vacío,de expresadas, y sobre todo la parte correspondiente de

los polvos ya recetados.

Hecha esta diligencia se tendrá prevenida una bala

grande de yerro puesta en el fuego del carbón y hecha azcua, se llevara a la

vivienda y se arrojara en medio del brasero, teniendo cerradas las puertas

menos las de la precisa entrada que se cuidara cerrar con prontitud para que

no salga el humo ni perjudique a los operarios, dejándose cerrado por veinte y

quatro horas, cuya diligencia se repetirá segundo y tercer dia por el orden

prevenido para el primero , a cuyo efecto se tendrán preparadas pa. Cada vez

iguales porciones de yerbas, flores y polvos antedicho. El quarto o quinto dia

se abrirán las que se consideren necesarias asi la seguridad de la casa como

de la salud publica. puertas dejándolas de dia y de noche por el discurso de

una semana, a cuyo tiempo se revocaran las paredes, y techos blanqueándolas

con cal viva y se enlozara el piso, y todo lo que fuese de tablas se quitara y se

cepillara de nuevo como el canto de un peso fuerte de la grosura de ellos,

pasandolas despues con dos o tres manos de pintura, hechandose al fuego las

llabes, y herraduras y todo lo que fuese yerro, practicándose esta diligencia,

con asistencia del presente escribano, a quien se comete por las graves

ocupaciones de su Mt y evacuadas se dará cuenta para su nuevo

reconocimiento y demás prevenciones que se consideren necesarias así a la

seguridad de la casa como de la salud pública”. (Transcripción textual)

Interesante ver como se procedía en aquella época!! Y nosotrxs revolviendo

eso!!

Resumiendo:

Recién en protocolos de 1746 se han podido hallar documentadas las

operaciones de compra-venta del solar y casa histórica, ubicado sobre la

entonces calle de las Catalinas (Hoy San Martin entre Sarmiento y Av.

Corrientes)

Para 1821, cuando se realiza una tasación surgen datos casi exactos de cómo

era entonces la casa: tres cuartos a la calle y zaguán, de muros dobles viejos;

sala que mira al N, de muros dobles de adobe cocido; dormitorio; otro cuarto;

cuarto, pasadizo y altillo al E en el primer patio; dos cuartos mirando al E y un

pasadizo deteriorado; corredor mirando al S, con techos de azotea; cuarto en

dicho patio mirando al N; cocina nueva en el tercer patio.

Hacia 1826, uno de los cuartos de adelante, el que esta hacia el N, es utilizado

como local.

En 1844, su propietario (Halbach) cambia los techos y modifica el frente.

Para 1859, se cierra la puerta en la tercera habitación del frente, y se la

sustituye por la ventana.

En enero de 1869, sus partidarios obsequian la casa a Bartolomé Mitre,

después de terminar su presidencia, escriturándose a su nombre.

En febrero de 1889, la empresa Pablo Besana, inicia una serie de reparaciones

y la casa toma aproximadamente su vista actual.

El porqué de los datos anteriores

-los datos documentales y los datos arqueológicos pueden ser contrastados

uno con el otro.

-ambos tipos de datos pueden complementarse y llenar los espacios en blanco

donde cada uno necesita afianzarse.

-un conjunto de datos, generalmente los documentales, pueden dar impulso a

las hipótesis que luego son testeadas con el conjunto de datos arqueológicos.

-cada conjunto de datos puede ser usado para desenmascarar visiones del

pasado provistas por el otro conjunto.

No debemos perder de vista que el objeto de nuestras investigaciones no son

los documentos –escritos o arqueológicos- en sí, sino las sociedades que los

produjeron y de las cuales son los últimos representantes.

Las diversas actividades desarrolladas por una sociedad comprenden un

espacio total continuo y la vida cotidiana es una sucesión de contextos

constituidos por actividades que permanentemente generan contextos

arqueológicos.

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