Comunidades Organizadas: Centro Cultural y Social Rodolfo Walsh

Comunidades Organizadas: Centro Cultural y Social Rodolfo Walsh
Un centro cultural es sinónimo de pertenencia, de amistad y colaboración, de inclusión y difusión. Pero principalmente es un servicio a su comunidad, a su barrio. Y en el conurbano bonaerense coexisten en los barrios diferentes centros culturales que aunque cada una tenga realidades muy diversas, frente a las necesidades de los vecinos y vecinas se cargan con amor y compromiso la responsabilidad de tenderles la mano.

La Casa Cultural Rodolfo Walsh se encuentra en Quilmes, más precisamente en Lavalleja 1910, esquina Av. La Plata. Allí nos recibieron Soledad Martínez (presidenta) y Jimena Martínez, hermana y compañera de Soledad, y la primera imagen que nos abrazó fue la de un lugar en crecimiento, resalta la pintura fresca y la decoración por la reciente inauguración que fue el 20 de Julio. En este centro fluye desde las paredes un sentido de pertenencia que despeja cualquier tipo de dudas sobre sus creencias e ideología. Allí se sabe a ciencia cierta cual es el rol que cumplen y para que están; “Comenzamos con la militancia en el 2015 con el ´Acá no se rinde Nadie´ en plazas donde todo era a pulmón, por aquel momento las reuniones eran en bares porque no contábamos con espacio físico aún, y cuando nos dimos cuenta que debíamos contar con ese lugar para la militancia las respuestas eran siempre negativas por lo que optamos por un Centro Cultural para poder militar desde allí.” Afirma Soledad con el convencimiento de que allí fue el inicio de todo.

“Los compañeros se fueron sumando al espacio como difusión de cultura y que la comunidad tenga un lugar a disposición gratis, porque jamás se le cobró un peso a nadie, los talleres y las entradas para los shows tienen un valor mínimo que no es excluyente, pero si alguien no lo puede pagar pasa igual. El espacio está destinado al barrio, es bien popular, es tanto de los artistas como la de la comunidad. Porque tratamos de acercar tanto un espectáculo como un poco de formación política y presentaciones de libros, algo que no existía en la zona.” Agregó junto a Jimena recordando con orgullo los comienzos.

En el 2016 en Entre Ríos y Vicente López fue el inicio de “la Rodolfo Walsh”. Ese lugar que surgió como una necesidad política ante la adversidad fue el nicho de la expansión y tanto Soledad como Jimena tienen muy en claro el proceso que significó ese inicio y le dio lugar a lo que son hoy fue paso a paso: “Desde el momento que pintamos la primera pared ya teníamos la idea que iba a ser un lugar donde gestionemos ideología. La cultura también es ideología y se practica a diario. Si entras a un bar a tomar un café y en ese lugar hay un cuadro de Eva eso e ideología e identidad, y también cultura”. Dijo Soledad.

“Apenas comenzamos a trabajar en el lugar no dimos cuenta que iba a ser un lugar de contención para la comunidad y nos empezamos a dar cuenta de lo que estábamos haciendo. Comenzamos con una ideal de alquilar algo y después empezamos a ver que íbamos a ser protagonistas de algo importante. Tanto es así que en el 2019 organizamos a la famosa ´cena de la unidad´, y fue en la ´Casa Rodolfo Walsh´ el primer gesto unidad del peronismo.” Agregó. Y continuó: “En lo cultural realizamos el primer encuentro de literatura política donde en dos días presentamos 15 autores que los dividimos entre la Casa de la Cultura y nosotros. Y participaron tanto personas de la comunidad como funcionarios políticos.

Cuando les consultamos el motivo de la mudanza a este nuevo local Soledad no dudó; “Todavía no cerramos el otro local, pero en plan de cerrar o dejarlo solo para reuniones y otras cuestiones, el motivo de mudarnos tiene que ver con que el otro lugar era muy viejo y había que hacerle refacciones constantes, además de que es más chico que este el alquiler se tornó impagable. Es ese lugar antes que llegáramos funcionaba un prostíbulo al que le tuvimos que hacer muchas modificaciones. Este es mucho más nuevo y grande, como un aire nuevo entonces hay como otro entusiasmo ante lo novedoso”. Cerró.

Estos nuevos aires trajeron otras ilusiones y otros sueños pero que jamás se van a separar de algo que llevan muy arraigado: la militancia; “En el otro lugar teníamos taller de danza, canto y teatro los cuales se cobraba un mínimo o viatico para pagarle a los profesores, los vamos rotando y si bien sabemos que los talleres no son nuestro fuerte, que lo nuestro tiene que ir siempre por lo ideológico, también sabemos de las demandas del barrio nos llevará a realizar todo tipo de actividades para niños, estamos armando ahora para lanzar ciclos de cine infantil” finalizó

El lugar es amplio y está dividido en dos sectores; uno está ambientado para bandas musicales porque cuenta con un escenario con pantalla y protector, mesas, equipo de sonido y luces. En el salón que da a Av. La plata se encuentra la barra y allí se realizarán distintas actividades, donde también habrá muchas pensadas para personas de la tercera edad.

Como todo grupo de personas que trabaja para una comunidad y que de alguna manera presta un servicio a puro esfuerzo y compromiso, lleva consigo el sueño de ver realizado en otras personas el fruto de su trabajo, y allí apuntan Soledad y Jimena, estas hermanas que nos recibieron en su casa con la amabilidad de esas personas que se conocen desde siempre; “Este espacio no da la autonomía de poder realizar lo que queremos hacer, aquí todos hacemos todo y lo que tenemos ganas de hacer. Y nuestro sueño es que los vecinos vengan acá a tomar un café o una cerveza, que encuentren un lugar de comodidad con un ámbito de conversación con los vecinos. La cercanía con el barrio será uno de los objetivos principales. La máxima sería que este lugar se llene de talleristas, de artistas con actividades de agenda completa todos los días. Siempre pensando en que brindarle al barrio, pero siempre desde nuestra identidad política” Finalizó Soledad.

“La demanda de este barrio es mucha, se han acercado vecinos a decirnos que es muy bueno que estemos aquí porque en esta zona no había nada. Sabemos que la juventud necesita un espacio cultural que les de otra opción donde poder estar. Será mucho mejor que un pibe del barrio esté aquí en este espacio que en una esquina, es nuestro deseo” cerró Jimena.

Nos vamos con la sensación de que no solo estuvimos en un centro cultural donde pueden tocar bandas vecinales y donde se pueden llegar a realizar muchas actividades que realmente ayudaran a la comunidad. Estuvimos en un lugar donde hay un grupo de personas que tiene a la militancia en primer puesto, con todo bueno y necesario que ello implica, y que desde allí nace esa vocación de servir. En este espacio no hay lugar para la improvisación porque se actúa con el corazón, pero se hace todo a conciencia, con la fortaleza que solo encontramos en los barrios y con el amor de alguien que ayuda con ganas de que todos crezcan con los mismos derechos.

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