Tráfico ilícito del patrimonio colonial: se presenta el libro que investiga este saqueo silencioso
Editado por la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, El tráfico ilícito del patrimonio cultural colonial en la Argentina, de Marcelo El Haibe, se presenta el próximo 28 de abril en el Museo Roca.
“¿Por qué ha sido posible la desaparición de un patrimonio tan rico, variado y estéticamente bello y valioso como las obras del arte colonial en la Argentina?”, se pregunta el historiador José Emilio Burucúa en la contratapa de El tráfico ilícito del patrimonio cultural colonial en la Argentina. Marcelo Daniel El Haibe, autor de este libro clave editado por la Secretaría de Patrimonio Cultural, irá en busca de respuestas a través de una rigurosa y extensa investigación sobre la circulación ilegal de estos bienes culturales y los contextos ideológicos que la facilitan.
“Este libro representa una pieza fundamental en la serie de publicaciones que venimos realizando desde la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación -consigna Valeria González, a cargo de la Secretaría, a modo de presentación-. Por un lado, nos ofrece un recorrido por una problemática constitutiva de los acervos culturales de los países que han sufrido procesos de expropiación cultural en los períodos coloniales. Por otro lado, nos permite hacer una arqueología del interés por nuestro patrimonio que a lo largo del tiempo ha ido creciendo por su valor estético indiscutido y por ser testimonio privilegiado de las culturas de los pueblos que precedieron al Estado moderno”.
Cuando en 1998 el Departamento de Interpol lo invitó a dar una charla sobre robo de patrimonio, El Haibe -miembro de la Policía Federal, abogado e integrante de esa organización internacional desde 1995- se dio cuenta de que casi no había registros oficiales, sistemas de investigación ni políticas de prevención del tráfico ilícito de bienes culturales. Desde entonces, no solo se especializó en cuestiones de patrimonio, sino se capacitó, capacitó a otras personas y colaboró intensamente en la creación de la base de datos nacional sobre objetos robados en la Argentina, la primera en el mundo absolutamente pública que puede ser consultada en internet de forma anónima y que fue lanzada en 2002.
Como anticipa la historiadora Graciela Swiderski en el prólogo, el trabajo de El Haibe ofrece, de un modo didáctico y a partir de una importante cantidad de información estadística y de otras fuentes no menos significativas, las circunstancias que hoy rodean el tráfico ilícito del patrimonio cultural en la Argentina, en particular los bienes producidos desde la conquista y colonización española hasta la Revolución de Mayo de 1810, incluidos los de los pueblos originarios. E indaga, especialmente, en los contextos históricos e ideológicos que llevaron a la desprotección de este tipo de bienes durante tantos años.
“Según la base de datos del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol Argentina -escribe El Haibe-, en los últimos quince años en el país se han recuperado más de diez mil seiscientos objetos culturales de todo tipo. Salvo contadas excepciones, el patrimonio cultural de la Argentina no posee una protección adecuada y, dentro de este, los bienes culturales coloniales se encuentran aún más expuestos al robo y la sustracción. Sólo los que se exhiben en museos o instituciones están sujetos a medidas de seguridad y protección apropiadas. Por fuera de estos organismos específicos, cuya función es precisamente difundir y conservar los orígenes de nuestra sociedad y de nuestra historia, muchos objetos culturales o artísticos se encuentran en domicilios particulares, instituciones privadas, comercios y galerías de arte, y a otros se les sigue dando el uso para el que fueron concebidos, por ejemplo, los pertenecientes a la Iglesia, que no cuentan con una protección especial, aunque sin perder por ello su valor histórico. Todos son muy buscados en el mercado ilegal no sólo por los coleccionistas que aprecian la calidad de las obras, sino por quienes ansían poseerlas por el material precioso con el que fueron elaboradas”. Y concluye: “En este sentido, indagar las razones filosóficas e ideológicas que propiciaron la desaparición del patrimonio cultural colonial y de los objetos arqueológicos provenientes de los pueblos originarios resulta fundamental”.
El tráfico ilícito del patrimonio cultural colonial en la Argentina será presentado por Valeria González, Graciela Swiderski y el autor, el 28 de abril a las 18.30 h en el Museo Roca-Instituto de Investigaciones Históricas (Vicente López 2220). Podés descargar el libro en versión digital al pie de esta nota.
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