La Mano De Dios
Cuántas veces caí en el mismo pozo donde fui salvada una y otra vez
Cuántas veces desistí en soltarte la mano una y otra y otra vez
¿Qué tipo de sollozo tenía que cubrir mi cuerpo para poder sanar mis huesos?
¿Y a dónde tenía que correr si en mi propia mente no me encontré al 100?
Necesité y hallé un refugio en medio de la tormenta
Consulté al que tocaba mi puerta y nos sentamos a hablar, a Comer y a Orar
Creí con toda mi alma que mi mente sería salva y mi corazón también
Pude entender lo que no sabía y al dolor, lo abracé
Desistí y se creó un dolor en mi mente, me callé y mi cuerpo me mostró lo que en mí, estaba ausente
Disocié y sostuve un dolor inmenso que mi propio cuerpo no podía aguantar
y no lograba aceptar que tenía que abandonar
Hasta que decidí que tenía que rendirme a sus pies
ahí es donde pude entender
esa paz que Él me prometió alguna vez.