La niebla de mis pensamientos me envuelve,
una bruma densa que no me deja ver.
Ideas que se cruzan, emociones que se entrelazan,
un laberinto en mi mente que no sé cómo desarmar.
La ansiedad me acecha, la duda me arrebata,
el miedo me paraliza, la incertidumbre me ahoga.
Mis pensamientos son un torbellino que no para,
un remolino que me arrastra sin piedad.
Pero en medio de la niebla, busco un rayo de luz,
un faro que me guíe, un refugio donde encontrar la calma.
Un pensamiento claro, una idea que me libere,
un susurro que me diga, todo va a estar bien, no te rindas.
Y así, luchando contra la niebla que me envuelve,
busco encontrar la claridad que me permita avanzar.
Un paso a la vez, un pensamiento a la vez,
hasta que la niebla se desaparezca y la luz brille de nuevo.