Comunidades Organizadas: Sociedad de Fomento Remolcador Guaraní
En Argentina, el amor y la pasión a un barrio es muy fuerte. El barrio es un espacio de tradiciones y prácticas casi inamovibles, que logró escapar al avance de la modernidad y de la globalización. Por eso, los vecinos se manifiestan orgullosos de pertenecer a uno u otro barrio, suelen expresar su cariño hacia su lugar de origen y nunca dejan de reconocerse como parte de él.
Fuimos hasta Quilmes Oeste para visitar la Sociedad de Fomento “Remolcador Guaraní” en la calle Juan B. justo 2715 esquina Sarratea. Desde afuera se puede ver la inmensidad del lugar que ocupa una esquina completa, y en su puerta nos encontramos con su presidente, José Daniel Saldaña, que gustosamente nos invita a su casa y nos habla de los comienzos de este lugar: “Esto se inauguró el 7 de diciembre de 1958, yo estoy en la comisión directiva desde el 2015 y desde el 2017 soy el presidente de la sociedad de fomento”. Dice orgulloso este hombre entre cano que habla con la sabiduría de haber visto todo en este lugar; “Mi padre se llamaba Roque Saldaña e inauguró junto con un grupo de gente este lugar, yo aparezco en una foto con cinco años. Hoy tengo 69 años y desde siempre en el barrio, jamás me fui. Yo comencé en el Centro de Jubilados que está acá a la vuelta y el presidente de aquí me insistía para que trabaje con él en la SF, hasta que renuncié al Centro de Jubilados porque quería descansar y el presidente Maman me fue a buscar a mi casa. Lo acompañe a los torneos bonaerenses de Mar del Plata con la gente de Vóley, y cuando volvimos luego de una semana muy linda que pasamos falleció el presidente Maman. Fue un golpe muy duro, pero me quede con sus palabras cuando me decía que trate de mantener la sociedad de fomento ‘vos que sos el más viejo del barrio’, entonces trate desde ahí mantener su legado”. Concluye con una mezcla de tristeza y orgullo en su expresión.
Así como se ve desde afuera el lugar, tan grande, por dentro es igual. En la entrada hay una especie bufet, más atrás un salón de reuniones que también es utilizado para fiestas y que se encontraba preparado con sillas muy bien ubicadas para una conferencia que se iba a realizar por la noche. En la planta alta está la cancha de Vóley y futbol en un estado excelente. Una parrilla grande y una cocina bastante amplia.
Daniel deja plasmado en cada palabra la importancia del barrio y como interactúa con la sociedad de fomento; “En Berutti y Unamuno tenemos el Polideportivo donde se saca a los chicos de la calle y se los hace hacer deportes en ese lugar. Entramos en la liga de Quilmes, le compramos toda la indumentaria a las 10 categorías que tenemos y a los chicos no se les cobra un peso. Es todo gratis para ellos. Los padres colaboran manteniendo el polideportivo que es parte de la Sociedad de Fomento. Después la escuela N°55 utiliza este lugar para hacer educación física porque ellos no tienen espacio, entonces por ejemplo este año vinieron más de 170 alumnos y se les da todo gratis. Luego está el Jardín de Infantes N°947 que está en Laprida y Elustondo, que están preparando la fiesta de egresados y tampoco se les cobra nada. Ese es nuestro pequeño aporte con el barrio. Además de colaborar cuando hay que hacer arreglos en el barrio, porque los vecinos se acercan aquí con los pedidos y nosotros lo gestionamos con el municipio. Y normalmente siempre encontramos respuestas positivas del municipio, no tenemos problemas en ese sentido”.
Este presidente, que habla pausado y claro, pero sus palabras brotan solas cuando tiene que describir todo lo que pasa en su casa, en su lugar de la vida: “Además del futbol aquí vienen a practicar boxeo, hay vóley masculino y femenino, vóley adaptado para la tercera edad, hay taekwondo, hay baile de zumba, gimnasia para mayores y dentro de muy poco tendremos gimnasia y patín. Pero hay que ver los horarios porque al haber tantas actividades se complica un poco, pero lo resolveremos”. Afirma, y continua; “Nos sustentamos con los bonos de colaboración y con el ingreso de algunas actividades, también con el alquiler del salón para fiestas y con algo del bufet.
Todo eso nos permite sustentarnos al menos para pagar los servicios y cumplir con todo lo que queremos seguir haciendo”. Finalizó.
Daniel, a sus 69 años, continua con las ganas intactas, sigue proyectando a futuro y sueña con mucho más. Sabe que debe ir delegando para que los más jóvenes vayan incorporándose a ese sueño y así lo describe: “Nosotros tenemos una meta, este es mi segundo mandato como presidente y por estatuto es el último. En este segundo mandato conseguí una comisión directiva muy joven de 30 años, y les digo que me consulten, que vean los libros porque dentro de dos años termina mi mandato y quiero que queden ellos y sigan manteniendo ellos, que siga creciendo. Mi apoyo siempre va a estar, desde mi casa o desde aquí. Quiero que me consulten todo porque ellos son los que van a seguir. El municipio me pidió que incorporara mujeres por eso hay ocho en la nueva comisión directiva y ellas son las que van para adelante, siempre están buscando incorporar nuevas actividades y talleres. Y es eso lo que necesitamos, que esto esté en constante movimiento porque para eso está”. Cierra este presidente con la tranquilidad y la seguridad de los que no dejan nada librado al azar.
Nos vamos de Quilmes reafirmando, una vez más, que hay personas que trabajan en silencio, que hacen para otros, que saben que es un trabajo que el de al lado, que el vecino, que ese niño con camiseta nueva para jugar al fútbol agradecerá, siempre.
Claudio Calleros